𝟏ª) ¿𝐃𝐎́𝐍𝐃𝐄 𝐒𝐄 𝐈𝐍𝐃𝐈𝐂𝐀 𝐋𝐀 𝐄𝐗𝐂𝐎𝐌𝐔𝐍𝐈𝐎́𝐍 𝐏𝐎𝐑 𝐄𝐋 𝐀𝐁𝐎𝐑𝐓𝐎?
En el canon 1398 del Código de Derecho Canónico:
“𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑝𝑟𝑜𝑐𝑢𝑟𝑎 𝑒𝑙 𝑎𝑏𝑜𝑟𝑡𝑜, 𝑠𝑖 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑠𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑑𝑢𝑐𝑒, 𝑖𝑛𝑐𝑢𝑟𝑟𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑥𝑐𝑜𝑚𝑢𝑛𝑖𝑜́𝑛 𝑙𝑎𝑡𝑎𝑒 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑖𝑎𝑒”.
𝟐ª) ¿𝐀 𝐐𝐔𝐈𝐄́𝐍𝐄𝐒 𝐀𝐅𝐄𝐂𝐓𝐀 𝐋𝐀 𝐄𝐗𝐂𝐎𝐌𝐔𝐍𝐈𝐎́𝐍?
A quienes procuren el aborto, si este se produce. Están incluidos:
· quien interviene en él y su actuación es necesaria para que se produzca el aborto.
· quien es cómplice necesario para que se produzca el aborto.
𝟑ª) 𝐒𝐈 𝐄𝐒𝐓𝐎𝐘 𝐀 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐁𝐎𝐑𝐓𝐎, ¿𝐄𝐒𝐓𝐎𝐘 𝐄𝐗𝐂𝐎𝐌𝐔𝐋𝐆𝐀𝐃𝐎?
Para que se dé la excomunión -aparte de otros requisitos que se indicarán después- se debe intervenir 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐧𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐢𝐫𝐞𝐜𝐭𝐚 𝐞𝐧 𝐞́𝐥 𝐨 𝐬𝐞𝐫 𝐜𝐨́𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐚𝐫𝐢𝐨 para que se produzca el aborto.
𝐄𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐚 𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐛𝐨𝐫𝐭𝐨 es posicionarse en contra del magisterio de la Iglesia y, sobre todo, ser contrario al quinto mandamiento de la ley de Dios. No eres sujeto de la excomunión que indica el canon 1398, pero sí es una conducta muy grave que 𝐭𝐞 𝐢𝐦𝐩𝐢𝐝𝐞 𝐚𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐥𝐠𝐚𝐫.
Si el posicionamiento es público y, por tanto, disiente de la enseñanza del Magisterio de la Iglesia -por ejemplo, el de un político “católico”- hay obligación de negársele la comunión eucarística, si este se acercase a comulgar. 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐩𝐮́𝐛𝐥𝐢𝐜𝐚 𝐲 𝐨𝐛𝐬𝐭𝐢𝐧𝐚𝐝𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐩𝐞𝐜𝐚𝐝𝐨 𝐦𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥 𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐛𝐞 𝐚𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐚 𝐫𝐞𝐜𝐢𝐛𝐢𝐫 𝐥𝐚 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐂𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐨́𝐧 y, si lo hace, entonces, se le debe negar. Negar la comunión públicamente busca evitar que la persona cometa sacrilegio. Es un acto de caridad hacia esa persona y una protección al mismo Jesucristo de ser ultrajado.
Cabe añadir que si un católico obstinadamente defiende públicamente, por medio de su enseñanza o predicación, lo contrario a lo que la Iglesia oficialmente enseña -que el aborto directo querido como fin o como medio es siempre intrínsecamente malo y un pecado gravísimo-, lo niega o lo pone en duda, puede ser sujeto de cometer herejía y, si se cumplen las condiciones acerca del conocimiento de la ley y de la pena y su imputabilidad, incurrir en excomunión latae sententiae.
𝟒ª) ¿𝐐𝐔𝐄́ 𝐒𝐈𝐆𝐍𝐈𝐅𝐈𝐂𝐀 𝐄𝐗𝐂𝐎𝐌𝐔𝐍𝐈𝐎́𝐍 𝐋𝐀𝐓𝐀𝐄 𝐒𝐄𝐍𝐓𝐄𝐍𝐓𝐈𝐀𝐄?
En primer lugar, señalar que para incurrir en la excomunión por aborto, la persona debe conocer que este pecado conlleva la pena de la excomunión. Si la persona piensa que puede haber caído en excomunión, debe abstenerse de recibir la Sagrada Comunión hasta que reciba la absolución y le haya sido otorgada la remisión -si fuera el caso- de la excomunión.
Los cánones 1323 y 1324 del Código de Derecho Canónico excluyen de la sanción a quien no ha cumplido 16 años, a quien ignoraba totalmente que con el aborto estaba infringiendo una ley, a quien ignora sin culpa que su conducta lleva una pena, a quien fue forzado a cometer el pecado, a quien actuó por miedo o no estaba en su sano juicio.
Será el confesor quien analice las circunstancias, atenuantes o no, para poder absolverle.
La excomunión latae sententiae obliga desde que se comete el delito, sin necesidad de una declaración de la legítima autoridad para estar obligado a cumplir la pena (𝑐𝑓𝑟. 𝑐𝑎𝑛𝑜𝑛 1314). Esto no es óbice para que la autoridad, si lo considere, la declare.
Por la excomunión se pierden los vínculos extrínsecos de la comunión con la Iglesia y , entre otras sanciones, prohíbe al excomulgado recibir los sacramentos, pero no queda invalidado su bautismo.
𝟓ª) ¿𝐒𝐄 𝐏𝐔𝐄𝐃𝐄 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐎𝐍𝐀𝐑 𝐋𝐀 𝐄𝐗𝐂𝐎𝐌𝐔𝐍𝐈𝐎́𝐍 𝐏𝐎𝐑 𝐀𝐁𝐎𝐑𝐓𝐎?
SÍ. Siempre se ha podido, reuniendo varios requisitos.
Actualmente, desde que el Papa Francisco, en la 𝐶𝑎𝑟𝑡𝑎 𝐴𝑝𝑜𝑠𝑡𝑜́𝑙𝑖𝑐𝑎 𝑀𝑖𝑠𝑒𝑟𝑖𝑐𝑜𝑟𝑑𝑖𝑎 𝑒𝑡 𝑀𝑖𝑠𝑒𝑟𝑎-publicada con motivo de la clausura del Año Santo Extraordinario de la Misericordia- concediera a todos los sacerdotes la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado del aborto, en el sacramento de la confesión, cualquier sacerdote puede remitir la pena de excomunión a quien haya cometido el pecado del aborto.